viernes, 25 de mayo de 2012

RELIGION

Los sacerdotes Muiscas eran los jeques y éstos, para desempeñar su oficio, se recluían por algún tiempo en una especie de “seminario”. Practicaban el ayuno y dedicaban toda su vida a la religión.

Los Muiscas, al contrario de otros grupos precolombinos, representaron en diferentes animales a sus principales divinidades y situaron al hombre como centro de la naturaleza. El hombre representó la fuerza, el poder, la sabiduría y la prudencia; la mujer, la vida, la fertilidad y la organización. Eran cultivadores y consumidores de coca, tabaco y yopo. Dicho consumo tenía connotaciones religiosas.

Los muiscas eran idólatras. Adoraban al Sol a quien llamaban Sue y a la Luna, Chía. Rendían también culto al agua, al arco iris. Su dios principal fue Chimininchagua, quien era el origen de todo y fue quien creó la luz, pues el mundo antes era oscuro. Muiscacum era el dios protector y si se le ofendía, se vengaba, Bachue, la madre de la humanidad y diosa de las legumbres, Chaquen, dios de los corredores y Bochica, héroe civilizador.

Celebraban sus fiestas con mucha solemnidad. Las procesiones eran muy concurridas. Los adoratorios más célebres fueron las lagunas de Guatavita, Siecha, Ubaque y Fúquene consideradas lugares sagrados. En Sogamoso se encontraba el templo del Sol, el principal de los indios muiscas.

Los muiscas por lo general rendían culto a los muertos y como creían en la inmortalidad del alma los enterraban con alimentos, joyas, vestidos, etc. La muerte era concebida como el comienzo de un viaje que los conduciría a un mundo parecido al de ellos y en donde la vida sería fácil y difícil, de acuerdo con el comportamiento que hubieran tenido en esta vida

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